¡Mentiroso!

Garak del Resplandor, dominado por la Emperatriz Esmeralda, provoca el caos en Laberinto, el asteroide prisión, liberando a varios de los supervillanos confinados allí.

El número 21 de Legión de Super-Héroes es un cómic especial: los buenos de Paul Levitz (guionista) y Keith Giffen (dibujante) no sólo dieron un nuevo look a los Legionarios, sino que me marcaron de por vida haciendo que, aún a día de hoy, la Legión de Super-Héroes sea mi grupo favorito.

Y es que toda la rebelión de presos no es más que una distracción para que la propia Emperatriz pueda escapar y reunirse con su Ojo Esmeralda, receptáculo de su enorme poder.

Mientras tanto, el cuerpo de seguridad de Laberinto, hombres y mujeres normales y corrientes, sin ningún tipo de poder, intentan sofocar el motín, plantando cara a los superpoderes de los supervillanos. Como no podía ser de otra manera, son masacrados.

El alcaide promete que los refuerzos no tardarán en llegar. Uno de los guardias, herido de muerte, grita «¡Mentiroso».

Ese grito, esa viñeta, veintitantos años después, aún me pone la piel de gallina. Paso las páginas con rabia, preguntándome dónde están Fuego Solar, Estrella del Alba y Ultra Boy.

Y grito con la voz de Ultra Boy «¡Cállate!» cuando derrotamos, juntos, a Garak.

Porque en/leyendo la Legión de Super-Héroes nunca te sentirás sólo.

«Siguiente...» (Ultra Boy).