miércoles, 30 de noviembre de 2016

¡Cumplemes!

Es curioso como los embarazos se cuentan por semanas y el crecimiento de los bebés en meses. Llega un momento en el que cruzas la frontera, te haces mayor y, de repente, ya no cuentas meses sino años. Algunos, con el paso del tiempo, hemos empezado a contar lustros y décadas...

Pero volviendo al tema central de este blog: Jan cumple hoy tres meses. ¡Felicidades!

Y, para celebrarlo, aquí tenéis una foto de su futuro regalo de cumpleaños, que podrá disfrutar en unos ciento setenta y siete meses aproximadamente o, lo que es  lo mismo, ¿setecientas ocho semanas?


«Su límite es todo lo que puedas imaginar» (Tomar-Re, Linterna Verde).

Etiquetas: , ,

lunes, 28 de noviembre de 2016

Empiezas con algo puro, algo emocionante.

En casa, de niño, nunca faltaron tebeos: teníamos (y seguimos teniendo) muchos, sobretodo Mortadelo y Filemón.

Mi padre los leía en la cama, antes de ir a dormir. Recuerdo ir los a mercadillos, los domingos, en busca de números que faltaban. En aquella época no teníamos smartphones ni nada parecido, así que íbamos con una lista en papel y un bolígrafo en el bolsillo. En realidad no hacían falta: conocíamos de sobra (¡bendita juventud y su memoria!) los que teníamos y los que nos faltaban, sin siquiera leer el título: con echarle un ojo a la portada era más que suficiente.

Con el paso del tiempo, la vista de mi padre ganó años también y dejó de leer tebeos en la cama.

Pero entre los tebeos, mi padre también tenía algún que otro cómic americano: uno de Spiderman, otro del Capitán América y un tercero, de Superman. Creía que los tenía aquí, en alguna de las cajas en las que guardo mi colección, pero no los he encontrado en un vistazo rápido. Los buscaré otro día, con algo más de calma, aunque sólo sea para que podáis apreciar lo bien que coloreaba los dibujos de los lectores en aquella época.

He dicho escrito «colección» pero, en realidad, no tengo tantos. No nos engañemos: tengo, y unos cuantos (algo más de dos centenas, seguramente), pero no es una de esas colecciones que encontraríais en páginas webs o grupos de facebook.

Damos bastantes tumbos por la vida: ahora compramos cómics, ahora dejamos de comprar. Ahora soy un adolescente irresponsable, ahora me veo convertido en tío de un niño que acaba de nacer...

Sé como ser un buen vecino y amigo (a fin de cuentas, Spiderman siempre ha estado entre mis preferidos) pero ¿cómo ser un buen tío?

Lo primero que pensé fue que, obviamente, mi sobrino podría disponer de mi colección de cómics cuando y dónde quisiera. Sin prisas ni presión: al fin y al cabo, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. 

Sin embargo, otra idea ocupó rápidamente mi mente: le ayudaré a hacer su propia colección. Mi sentido arácnido vibraba con tanta fuerza que me hizo darle otra vuelta al propósito: a partir de hoy, compraré un cómic a Jan cada mes, formando así su pequeña colección. Cuando cumpla catorce o quince años, se la daré.

¡No diréis que no mola!

«Empiezas con algo puro, algo emocionante, y luego llegan los errores, los compromisos. Nosotros creamos nuestros demonios.» (Anthony Edward Stark, Iron Man 3)

Etiquetas: