lunes, 20 de febrero de 2017

Sin fotos de Jan

Si seguís el instagram de este blog habréis visto que hemos pasado el fin de semana en Teruel, disfrutando de las fiestas de las Bodas de Isabel de Segura. Aunque mi pareja, por tener familia allí, es una asidua recurrente, para mi ha sido el segundo año de un montón que vendrán en el futuro, ya que son unas celebraciones que, en mi opinión, son dignas de ver.

El caso es que el domingo estábamos paseando por el centro de Teruel cuando vino corriendo detrás nuestro una señora haciéndonos señas. Ni nos devolvía nada que se nos hubiera caído, ni quería preguntarnos ninguna dirección: quería hacerse una foto con nosotros.

Como ya digo, son unas fiestas que disfrutamos muchísimo, así que vamos vestidos para la ocasión. Este año, mi pareja iba de doncella de noble cuna y yo de vulgar tabernero (por aquello de ceñirnos a la realidad y tal), y lo cierto es que íbamos bastante vistosos (más ella que yo, obviamente). Supongo que esa señora se hartaría de hacerse fotos con gente, dado que muchísimas personas van vestidas para la ocasión y, algunas, con trajes espectaculares.

Como el camino de regreso a casa en coche da para hablar un poco (unas cuatro horas, más o menos) comentamos el hecho de que alguien, completos desconocidos, tenían ahora fotos en las que salíamos nosotros. Abrazados y bien sonrientes a gente que no volveremos a ver en la vida. 

A pesar de que nos hizo mucha gracia el tema, esta situación ha dado lugar a que escriba esta entrada y explique el motivo por el que no publico (ni publicaré) fotografías de Jan en este blog (ni en instagram tampoco, claro).

Me gusta pensar que este blog tiene, bajo un montón de capas de superhéroes y páginas de cómic, una esencia un tanto más profunda: intento explicar, a mí manera, lo que significa para mi ser tío.

Y es que tener un sobrino implica muchísimas cosas pero, tal y como yo lo veo, la más importante es la responsabilidad: para mi es fundamental comportarme de manera responsable para/con mi sobrino.

Cuando crezca algo más formaré parte activa en su educación; cosas como cuidar los hábitos alimenticios, gestionar sus ratos de ocio, enseñarle un mínimo de educación vial... tienen que tener un lugar primordial en el día a día. ¿Por qué? Porque ser tío significa remar en la misma educación que los padres y abuelos, colaborar y ayudar para que Jan sea lo más feliz que pueda y se convierta en la mejor persona posible.

Porque no sirve de nada malcriar a un sobrino y luego «devolvérselo» a sus padres para que lo «arreglen».

Porque no tiene ningún sentido subir fotos de un niño de 5 meses en una página web en la que puede entrar cualquier persona.

Cuidado, que estoy encantado de poder compartir vivencias, opiniones, ideas y, sobretodo, cómics, con todos vosotros. Y cuanta más gente entre aquí, mejor.

Pero no creo que sea responsable por mi parte publicar fotos de Jan.

De la misma manera que no sería responsable subir fotos mías: ¡os asustaríais todos y aquí no volvería nadie!

«Un café con leche y un crosissant...» (Superlópez).

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